domingo, 22 de junio de 2014

Egomento



Para trasladar al español el neologismo selfie, podemos valernos del vocablo autorretrato, que registra el DRAE desde antes del surgimiento de las cámaras fotográficas en los teléfonos celulares. Pero ese hecho, su antelación, vuelve a dicha palabra poco atractiva socialmente: el hablante común supone, equivocadamente, que un retrato se refiere sólo al que se obtiene en el arte pictórico y no con la fotografía. Digo que tal creencia es errónea porque retrato viene del latín retractus, participio de retrahere (volver atrás, revivir).  Por consiguiente, la fotografía también retrata.

Sin embargo y ante la aceptación del anglicismo crudo selfie en el habla mexicana, propongo otro neologismo: EGOMENTO, voz que sabrá competir y alcanzar el éxito, si sabemos difundirlo a través de las las redes sociales.

EGOMENTO está formado por la voz latina ego (yo) y el sufijo –mento, que añade a dicha voz el valor de acción y efecto, pero que además produce evocaciones afortunadas (momento y monumento) y la vuelve, en segunda instancia, una palabra-valija (como las del Jabberwoky carrolliano).

Escrito lo anterior, podemos definir EGOMENTO de tres maneras, ninguna de las cuales excluye a las otras: 

1. Momento del yo
2. Monumento a mí mismo 
3. Autorretrato